“Ven, hay un camino en el bosque, su nombre conozco, ¿quieres conocerlo tú también?” es una antigua canción que cantaba a menudo mi madre mientras limpiaba … hoy tenía esa melodía en la cabeza y más la canturreaba, más me daba cuenta que realizar un trabajo de introspección es como entrar en un sendero en el bosque tenebroso y, poco a poco, llegar a un claro.
Recuerdo que, cuando participaba a algún curso para aprender nuevas técnicas de autoconocimiento o a alguna constelación familiar, los organizadores de esos eventos me decían “¡Bien hecho! ¡Eres muy valiente!”. Al principio no entendía a qué se referían, pero luego, con el tiempo y la experiencia esta frase se ha vuelto muy clara:
Se necesitan muchas agallas para mirarse adentro.
Para hacerlo hay que estar listos para ver facetas de nosotros que pueden no gustarnos, que pueden hacernos sentir incómodos, que rechazamos en un primer momento. Podemos encontrar cosas que ni nosotros pensábamos tener dentro, como, por ejemplo, descubrir que la humildad con la que envolvemos todas nuestras acciones no es nada más que una estrategia de nuestro ego para ganarnos la aceptación y el amor de los demás. Ver lo que tenemos dentro puede desvelarnos que no somos tan buenos, virtuosos, heroicos, optimistas como pensábamos.
Ahora que trabajo como terapeuta holístico, siento un gran respeto y una gran ternura todas las veces que alguien me pide una sesión, porque sé que mirarse adentro cuesta mucho y no todos pueden hacerlo. Una frase muy bonita que leo a menudo en internet es
Todo lo que sé de mi luz, me lo enseñó mi oscuridad
Esto es lo que, al final, nos hace realmente brillar: mirar en la profundidad de nuestra sombra. Brillad, entonces, almas valientes, entrad en el bosque sin miedo y ¡brillad más que nunca!
Si quieres trabajar en ti de una forma más profunda a través de la consulta de tus Registros Akashicos en vídeo llamada o con una sesión de Reiki a distancia me encuentras aquí.
Imagen de portada de Martina García Andreoli
Es verdad, da miedo saber de uno mismo
Sí, ¡mucho! Pero… a eso hemos venido 😉